miércoles, 1 de octubre de 2014

tabu de la anorexia en hombbres



Los hombres jóvenes con trastorno alimenticio, como la anorexia o la bulimia, no están recibiendo la ayuda y el apoyo que necesitan debido a la percepción de que se trata de una "enfermedad de mujeres", es la conclusión de un reciente estudio de la Universidad de Oxford y la de Glasgow.
Según los investigadores, con frecuencias los hombres no son diagnosticados, lo que trae como consecuencia que no reciban un tratamiento adecuado para la anorexia u otros problemas de alimentación.
En el informe publicado en la revista BMJ Open, los expertos señalan que los trabajadores de la salud de primera línea tienen un papel clave en la identificación de estas enfermedades en los hombres jóvenes.
De acuerdo con la organización benéfica Beat eating disorders, los hombres también están bajo presión de tener el cuerpo "ideal".
El equipo de investigación entrevistó a 39 pacientes jóvenes -hombres y mujeres- de edades comprendidas entre los 16 y los 25 años sobre sus experiencias en el diagnóstico, tratamiento y apoyo para superar la afección.
El resultado fue que los hombres fueron "mal diagnosticados, no recibieron un buen tratamiento y no se les investigó en profundidad".
Esto se debe en parte -según los expertos- a que los hombres no están al tanto de los síntomas, a pesar de que se purgan, no comen durante días y llevan una cuenta calórica obsesiva.

Desinformación

Para los expertos, muchos hombres no saben reconocer los síntomas de trastorno alimenticio.
"Nuestros resultados sugieren que los hombres pueden experimentar problemas para reconocer que tienen un trastorno alimenticio como resultado de la continua idea cultural de que estos ocurren predominantemente o sólo en mujeres", explicaron las doctoras Ulla Raisanen y Kate Hunt.
Uno de los hombres que participó en el estudio dijo que pensaba que estas afecciones sólo le pasaban a "frágiles niñas adolescentes". Otro comentó que pensaba que estos trastornos eran "algo que tenían las niñas".
Mientras que a uno su doctor le dijo que "fuera un hombre".
De acuerdo con los investigadores, tanto los médicos de familia como los profesores deben mejorar el mensaje de los hombres con problemas de comida, atacando los mitos y la desinformación.
La doctora Raisanen agregó que los hombres que lo padecen también necesitan tener el valor de "hablar con alguien y buscar a un profesional de la salud que le explique lo que le pasa".
Los trastornos alimenticios incluyen la anorexia, bulimia nerviosa y trastorno por atracón.

Presión cultural

Para los expertos, los hombres también tienen mucha presión por tener una imagen "ideal".
Leanne Thorndyke, de la organización Beat eating disorders, comentó que una amplia parte de la sociedad está bajo presión sobre su imagen corporal.
"La presión en el peso y la imagen están afectando a una variedad mucho más amplia de personas que, obviamente, incluye a los hombres", le dijo a la BBC.
Los trastornos alimenticios son complejos, en el que juegan muchos factores -incluyendo genéticos y ambientales- y en donde la sociedad y culturas ponen mucha presión.
"Cada vez hay más presión para los hombres de las revistas con famosos y modelos masculinos que tienen la imagen del cuerpo 'ideal'", agregó Thorndyke.
"Los hombres y chicos ahora tienden a querer ser más grandes con una mejor musculatura y tonicidad, lo que es un ideal distinto al de las mujeres".
La experta agregó que las personas están siendo "bombardeadas cada día -y desde todos los ángulos- con imágenes, lo que puede tener un impacto negativo".

HISTORIAS DE ANOREXIA



 

 

 

 

puso cuerpo y cara a la anorexia

Isabelle Caro, actriz y modelo francesa, murió en 2011, a los 28 años. Nunca logró superar los 30 kilos. Su autobiografía, editada en 2008, batió récords de venta e instaló un tema que merece un alerta permanente. 









Cada vez que salió en los medios, su aparición fue polémica, ruidosa, triste. En 2007, raquítica, desnutrida, la modelo y actriz francesa Isabelle Caro posó desnuda en una campaña publicitaria para llamar la atención sobre las consecuencias de la anorexia. Luego, circularon rumores sobre sus malestares físicos, sus problemas psicológicos, sus recurrentes fracasos y su tortuosa vida familiar. 
Lo importante es que su autobiografía (La pequeña niña que no quería ser gorda), en la que ella misma narró el infierno que vivió desde los 13 años, fue en un fenómeno de ventas en Europa.
"Mi madre me amaba con locura. No me dejaba salir de casa. No estaba secuestrada. Pero cuando ella se hundió en la depresión, mi vida se convirtió en un tormento. No salí de casa hasta los quince. Era anoréxica desde los doce...", escribió, en un libro que relata una vida de mucho sufrimiento y que los psicólogos especialistas en trastornos de alimentación encuentran como una pieza valiosa para estudiar una enfermedad que, en la mayoría de los casos, habla mucho del vínculo con la madre.
Fue conocida a través de las fotografías de Oliviero Toscani, en mayo del 2007, cuando su lente la convirtió en ícono de una campaña italiana contra la anorexia. Isabelle tenía sólo 25 años y parecía una anciana. Medía 1,75 metro y pesaba poco más de 25 kilos. Desnuda, sentada, el torso inclinado, era un testimonio vivo de los estragos que puede sembrar en un cuerpo una enfermedad que la perseguía desde la pubertad.
El día de su muerte, Toscani contó: "Traté un poco a Isabelle... Hasta que descubrí algo atroz: ella misma intentaba utilizar su anorexia, para convertirse en modelo, en actriz. Pero no tenía ningún talento. Y el talento único de la anorexia terminó devorándola". Sus palabras despertaron muchísimas críticas.


La noticia de su muerte fue conocida a través de su amiga y profesora de arte dramático, Danièle Dubreuil-Prévot, que confió con varias semanas de retraso que Isabelle Caro había muerto el 17 de noviembre de 2011, "tras una gira en Japón, donde había cumplido algunos compromisos profesionales".
Se supo, luego, que la modelo murió en un hospital parisino, donde pasó las dos últimas semanas de su vida, aquejada de insuficiencia respiratoria.
Su vida fue difícil desde la cuna. Hasta la adolescencia, vivió "secuestrada" por una madre enferma, depresiva, que deseaba "protegerla" en un modesto domicilio del que la niña no salía ni siquiera para ir a la escuela. Estuvo casi una década con anorexia sin que nadie la tratara. Cuando los médicos intervinieron, hacia los 20 años, no había mucho por hacer.
A los 20 fue hospitalizada por vez primera. Fue en vano: jamás pudo superar los 30 kilos. Cuando Oliviero Toscani la descubrió y la convirtió en la "estrella" de sus fotografías contra la anorexia, Isabelle ganó una cierta fama fugaz.
"Célebre" de la noche a la mañana, Isabelle decidió cambiar de vida: convertirse en una "estrella" de la moda, el cine, la publicidad. Y fundó una pequeña asociación de lucha contra la anorexia, una movida que sumó a su vida una nueva pesadilla.

Como modelo, Isabelle Caro no llegó nunca a conseguir ningún trabajo estable. Se sumó como alumna, en París, a una escuela de actores, pero tuvo que abandonar los cursos en varias ocasiones: estaba demasiado frágil para realizar un trabajo duro y continuado. Le costó mucho ganar dinero y avanzar con sus proyectos. Desde varios blogs escribía peticiones, reclamando ayuda para lanzar su carrera de actriz. Decía que su pasión era el teatro y la pasarela de moda y que necesitaba apoyo.
En un video póstumo que circuló por Internet, Isabelle continuaba dando consejos a las jóvenes que querían iniciar una carrera como maniquíes: "Sed felices. Creed en la vida". Cuando se despidió, lo hizo en su cuenta de Facebook, con una frase que remata una historia triste: “Lo mejor está por venir”.


HISTORIAS REALES



Thayrinne Machado Brotto, con apenas 46 kilos de peso, murió en la madrugada del día 1 de enero en un hospital de la ciudad de Sao Gonzalo, un suburbio de Río de Janeiro, como consecuencia de los problemas que sufría desde hacía meses en su afán por adelgazar para ajustarse a los cánones impuestos por la moda. La familia descubrió que la joven forzaba los vómitos después de comer hace seis meses, cuando comenzó a tener problemas de salud y en la escuela, reseña el periódico.
"Ella era muy estudiosa, pero reconoció que no estaba consiguiendo concentrarse en las clases. Entonces admitió que tenía bulimia y pidió que la ayudáramos", dijo la madre de la adolescente. Pese al tratamiento psicológico que inició y a las consultas con especialistas en nutrición, el estado de salud de la joven se fue agravando, con desmayos y otros síntomas, hasta que tuvo que ser ingresada en el hospital, en el que murió.









Una joven de 24 años falleció ayer tras haberse arrojado por una ventana de una clínica céntrica donde estaba internada, a raíz de un cuadro agudo de anorexia, en la ciudad de Rosario, en Santa Fe Argentina.

La joven -cuya identidad se mantiene en reserva- había sido internada el jueves último por disposición de su madre, que había consultado a un equipo médico, que diagnosticó la enfermedad de la chica. Su hija pesaba unos 40 kilos.

Sin embargo, según trascendió, la resistencia de la muchacha no sólo se reflejaba en el momento de tener que comer los alimentos, sino también quedó de manifesto a la hora de comenzar el tratamiento en ese centro de salud privado.

Sin embargo, la madre dispuso su internación para iniciar el tratamiento. Pero la chica nunca quiso quedarse. Y el viernes último, por la tarde, en un intento de escapar de la clínica se arrojó por la ventana del quinto piso.

La chica cayó sobre un techo del segundo piso de la parte interna de la institución. A causa de las heridas de la caída, la joven murió anteayer a la tarde.






La modelo uruguaya Eliana Ramos, que trabajaba en la agencia de Pancho Dotto y que era la hermana de otra chica que falleció en la pasarela en agosto de 2006, murió ayer con un cuadro de "alimentación deficitaria", informó la prensa uruguaya.

Sin embargo, Dotto aseguró que la chica "se alimentaba bien, era muy saludable y hacía deporte", al tiempo que consideró "un absurdo que se hable de anorexia o de bulimia en este caso".

Eliana Ramos, de 18 años, fue encontrada por su abuela sin vida ayer a la tarde en su casa de Montevideo y la policía declaró que el fallecimiento se debió a causas naturales, ya que no se encontraron signos de violencia en su cuerpo.

Fuentes de la investigación citadas por el Canal Montecarlo TV indicaron que el cuadro primario es muerte súbita con alimentación deficitaria.

Su muerte puso en vilo al mundo del modelaje, ya que Eliana era la hermana menor de Luisel Ramos, una joven de 22 años que en agosto pasado cayó muerta cuando desfilaba en la pasarela de un hotel uruguayo.

Según las informaciones de la prensa uruguaya, Eliana el lunes por la noche había celebrado con sus familiares el cumpleaños de su abuela. Las mismas fuentes precisaron que Eliana se levantó temprano y se quedó en una habitación donde luego se la halló sin vida.

Según medios uruguayos la joven se encontraba bajo tratamiento psicológico por la trágica muerte de su hermana.







Beatriz Cristina Ferraz Lopes Bastos falleció la noche de Navidad en el hospital Santa Casa de Jaú, a 296 kilómetros al oeste de Sao Paulo. Amigos de la víctima dijeron que Ferraz, que medía 1,57 metros, pesaba apenas 35 kilos poco antes de morir, según el diario Folha de Sao Paulo.


Ferraz, graduada en Letras, fue obesa en la adolescencia y, según algunos amigos, llegó a pesar cien kilos, pero después comenzó a bajar de peso, le tomó aversión a la comida y hace tres años los médicos le diagnosticaron anorexia.

Llegaba a pasar un día entero sin llevarse nada a la boca

"Cuando éramos novios decía que no quería comer nada. Llegaba a pasar un día entero sin llevarse nada a la boca", dijo al diario su ex novio Leandro Murgo, de 26 años. Este año, esta docente que participaba en comunidades de Internet para bajar de peso, dejó de alimentarse y llegó a pesar 27 kilos, por lo que estuvo tres meses internada en una clínica donde fue alimentada a base de suero.

Aunque recuperó peso y fue dada de alta, su cuerpo ya no pudo resistir la desnutrición extrema y falleció